El titular de la Asociación del Personal Legislativo (APL) estimó que este año los pedidos de aumento salarial rondarán el 20% y cuestionó la falta de discusiones de fondo en el Parlamento.


Por Héctor Medina

–¿Cuáles son los objetivos de su gremio para este año?
–La prioridad número uno siempre está puesta en el tema salarial; nosotros empezamos nuestras negociaciones en marzo, con el antecedente de que el año pasado logramos un buen incremento salarial en ambas Cámaras, además del pase a planta permanente de muchos trabajadores que estaban como transitorios y la implementación de recategorizaciones para el personal legislativo. Este año vamos en el mismo sentido, el de las realizaciones, como la adquisición que también se hizo en 2009 de un hotel en Mar del Plata y la compra de terrenos para ampliar el polideportivo que el gremio tiene en el barrio de Parque Leloir, en Castelar. Para 2010 el gran objetivo es recuperar la jubilación con el 82% móvil para todo el personal legislativo.

–El año pasado ya estuvieron trabajando con este tema…
–En 2009 el diputado Julio Piumato presentó un proyecto de ley para que cobraran el 82% los jubilados judiciales y legislativos nacionales, que consiguió dictamen aprobatorio de las comisiones de Legislación del Trabajo y de Previsión, pero faltó que hiciera lo propio la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en donde se trabó por cuestiones técnicas. Este año la estrategia sería presentar dos proyectos por separado, uno para los judiciales y otro para los legislativos.

–¿Se discutió la iniciativa con los presidentes de las Cámaras?
–Hablamos con los presidentes de los distintos bloques, tanto del oficialismo como de la oposición, y hubo consenso. Acá hay un elemento importante que tiene que ver con que durante más de veinte años los trabajadores legislativos aportamos dos puntos más en concepto de descuento jubilatorio, un aporte extra que creemos avala el pedido de la reimplantación del 82% móvil, una conquista que nos fue arrebatada y que buscamos recuperar, porque actualmente un trabajador legislativo se jubila y cobra un 45% del salario de una persona en actividad. Aspiramos a que por ley o por medio de una caja compensadora esta desigualdad se solucione.

–¿Qué porcentaje de aumento salarial reclamarían?
–Estamos evaluando, hay que tener en cuenta que todavía no arrancó ninguna paritaria y estamos esperando para ver qué porcentajes van a ir surgiendo desde otros sectores y actividades. Pero calculamos que va a andar en el orden del 20 por ciento.

–¿Esperan una negociación por suma fija o porcentajes?
–Como todos los años, cada actividad va fijando su estrategia. Tal vez el porcentaje sobre los básicos en algún sector se fije por debajo que en otros, pero luego se compensa con incrementos en otros ítemes como antigüedad, viáticos, refrigerios; cada actividad tiene sus rubros específicos que van sumando a la cifra final.

–El año pasado el movimiento obrero tuvo como foco el mantenimiento de los puestos de trabajo y de los salarios. ¿Este año cuáles serán las prioridades?
–En 2009, con una crisis mundial muy fuerte que aún sigue sacudiendo a gran parte de Europa y los Estados Unidos, en la Argentina no golpeó con tanta fuerza como hubiera golpeado en otras épocas, y por distintas medidas se pudo lograr contener los despidos y obtener incrementos salariales en paritarias. Este año creo que va a ser mejor que el año pasado, las expectativas son mejores y en eso hay coincidencia general. Pero el objetivo sigue siendo mejorar los salarios y la defensa de los puestos de trabajo, además de una firme defensa del modelo económico que desde 2003 le trajo numerosos beneficios a los trabajadores, no sólo a nivel de los salarios sino con la recuperación de diversas conquistas y con un protagonismo decisivo del movimiento obrero.

–¿Y qué ocurre con el modelo sindical? ¿Habría que modificar algo en función de los fallos de la Corte Suprema de Justicia?
–El modelo sindical argentino, comparativamente, es mejor que cualquier otro vigente en otras partes del mundo. Más democrático que este modelo sindical no existe, y le doy el ejemplo más cercano, el mío: yo fui secretario adjunto del gremio muchos años, y luego por diferencias con esa conducción me alejé, me presenté como candidato por una lista opositora y gané las elecciones a secretario general. Esta libertad sindical y democracia interna existe en todos los estamentos gremiales.

–¿Cómo cree que será la dinámica en el Congreso este año en vista de los cambios ocurridos desde las últimas elecciones?
–A mi parecer, no tendría que cambiar mucho. El Parlamento es el ámbito para discutir y consensuar políticas que mejoren la situación de los que menos tienen y que respondan a las necesidades y el interés de la gente por sacar el país adelante. Me parece que este año va ser muy politizado y donde no va a haber discusiones de fondo, sino iniciativas de distintos sectores con el único objetivo de conseguir posicionamientos políticos con vistas a las elecciones de 2011.

Un ejemplo de esto lo tenemos con la comisión bicameral que elevó el dictamen a la Presidenta para la remoción de Martín Redrado al frente del Banco Central. No había discusión respecto de que Redrado tenía que ser destituido, pero el diputado Alfonso Prat Gay, quien cuestionó por años al ex titular del Central y que incluso había reclamado antes que se alejara, tomó una decisión política recomendando la no destitución a pedido de su partido y contra sus propias objeciones técnicas a la gestión de Redrado.

Creo que así va a ser el tratamiento que la oposición le va a dar a todos los temas, buscando la forma de no acompañar para sacar rédito político. Con la operación del ex presidente Néstor Kirchner me sorprendió que ningún dirigente de la oposición se acercara a preguntar por su estado de salud, en algo que es un tema humano; pero no, todos están metidos en la especulación política.